Los efectos fisiológicos del mate investigados en los últimos 20 años muestran beneficios del consumo de esta bebida. Nadie cuestiona su capacidad estimulante física y emocional.

El consumo de yerba mate es beneficioso para la salud. Dos científicos de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro (UNIRIO) resumieron los estudios clínicos de los últimos veinte años sobre los efectos de esta bebida en la salud humana. En esta revisión muestran que baja el colesterol “malo” y sube el “bueno”. Además, aumenta el gasto energético y contribuye así a la pérdida de peso. No hay evidencias que controle la glucemia, aunque sí disminuye el azúcar en personas con diabetes tipo 2. En cuanto a la mención del mate como “posiblemente carcinogénico” por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los investigadores aclaran que no está relacionado con la yerba mate, aunque si con la temperatura de consumo.
El mate es una infusión que se prepara con hojas secadas, cortadas y molidas de la planta de yerba mate (Ilex Paraguariensis, según su denominación científica); árbol nativo de la Selva Paranaense, región alrededor de las cuencas de los ríos Paraguay y Paraná, en Argentina, principalmente Misiones.
La yerba mate se conoció en Europa, por los informes de los misioneros jesuitas como el “té de Paraguay” o “té de los jesuitas”, desde el siglo XVII, aunque nunca alcanzó la difusión de otras infusiones como el café y el té asiáticos.
En la
obra de 1639, Conquista Espiritual de Antonio Ruiz de Montoya consigna que “despierta los sentidos y ahuyenta el sueño” y otras cualidades como “contra el mal de orina”, revelando sus evidentes propiedades estimulantes, aunque consideró su consumo un verdadero abuso. La práctica de matear, fue combatida, además, porque era comunitaria. En una carta escrita al cardenal Borromeo, un provincial jesuita explicaba cómo era “juntarse a tomar mate”, con participación de gente de todas las castas en torno a la yerba, lo que posicionó sospechoso a este producto con capacidad de atravesar las barreras sociales.
Sus efectos llamaron la atención de los religiosos. “Con el mismo bezoar, destierra toda la melancolía, esita las ganas de comer, limpia los riñones y vejiga de todas las arenas y materias gruesas, conforta el anima y quita el cansancio, por lo cual todos la usan después de algún ejercicio ó trabajo”, escribió el doctor Diego de Zeballos, en su Tratado del Recto uso de la Yerba del Paraguay, impreso en Lima, en 1667.

El mate es estimulante, debido a su contenido de cafeína, que es un poco mayor que el del té, pero menor en un 50% con respecto al café, según explicó el Carlos Bastos De María del Departamento de Salud Colectiva, Instituto Biomédico, (UNIRIO), Brasil y autor de este trabajo. Agregando que “la cafeína de la yerba mate tiene un efecto prolongado debido a que se bebe lentamente y por un lapso de tiempo mayor”. Por si esto fuera poco, tiene acción antioxidante, ya que contiene fenoles, que protegen a las células del daño provocado por los llamados radicales libres, que se producen como consecuencia de las reacciones químicas dentro del cuerpo. Esta acción ayuda al rejuvenecimiento de las células y previenen el desarrollo de enfermedades crónicas como hipertensión, cánceres, enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares. Liza Ghassan Riachi, primera autora del trabajo, de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Rio de janeiro Brasil (UNIRIO), refiere al “interés en las investigaciones sobre la potencialidad del mate para mejorar el gasto energético, aumentar la saciedad, reducir el apetito y la composición de la grasa corporal”. Explica que se constató un aumento del gasto energético utilizando diferentes intensidades de ejercicio en sujetos que ingirieron mate o agua como control. La ingesta de mate aumentó el consumo de ácidos grasos en ejercicios de intensidades ligeras y moderadas, que a menudo se prescriben para perder peso y potenció un ahorro de carbohidratos mejorando el rendimiento del ejercicio. Combinando componentes activos del mate con otras hierbas como guaraná, se consiguió efecto de saciedad y pérdida de peso, según fue informado en encuestas a consumidores. Los polifenoles de la yerba mate disminuyeron la glucosa en sangre en ratas. Los autores proponen un posible mecanismo de acción a través de unas hormonas que se producen en el intestino en respuesta a la ingestión de alimentos, que aumentan la secreción de insulina por el páncreas y la disminución en los niveles de glucosa en sangre. En otra investigación de la que participaron 2615 hombres y mujeres adultos, llevada a cabo por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) junto al CONICET y al Instituto Nacional de la Yerba Mate, se vio que este aumento de insulina en consumidores de mate, actúa como protector para la aparición de diabetes tipo 2, patología que afecta aproximadamente a 1 de cada 10 adultos en Argentina. La ingestión de mate sigue dando mas buenos efectos que precauciones, faltan ensayos a mas largo plazo y la cuantificación mas exacta del consumo, para lograr resultados más ajustados.
Mientras lo pensamos, ¿nos tomamos unos mates?
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