Sólo el 1% del agua del planeta se encuentra disponible para consumo humano. ¿Esto será poco o mucho?
En la provincia de Córdoba, cada persona utiliza unos 300
litros de agua al día. ¿Esto será poco o mucho?
Lo pensemos a escala individual. Para bañarnos usamos 100
litros de agua, casi la mitad de lo calculado como necesidades básicas, para
lavar los platos se usan unos 40 litros de agua. ¿Esto será poco o mucho? Es
mucho, si pensamos que se gastan 4 litros de agua por minuto si abrimos la
ducha y dejamos correr hasta que el agua salga calentita o mientras nos
preparamos para ducharnos. Y es poco si ya tomamos conciencia y evitamos lavar
la vereda con la manguera, lo cual consume unos 250 litros.
La ciudad de Córdoba se encuentra en la Región Semiárida de
nuestra provincia, donde las lluvias no son uniformes durante el año, sino que
se concentran en el verano. Los cordobeses tenemos la percepción de que antes
llovía mas y que las lluvias llegaban en primavera.
Córdoba provincia fue pionera en el desarrollo de obras de
ingeniería hidráulica para garantizar el suministro de agua y atenuar las
crecidas del río Suquía hacia la ciudad. En 1890, se hizo el primer paredón del
Dique San Roque, quel de piedra sólida que construyeran los ingenieros Carlos
Cassaffousth y Juan Bialet Massé, la obra de ingeniería más importante de
Sudamérica en su época y que vemos aparecer cuando el nivel del lago San Roque
baja en temporadas de sequía preocupante. Esta preocupación es cada vez mas
frecuente.
Una solución que se está construyendo es el Acueducto
Interprovincial Santa Fe-Córdoba, acordado en 2022 y que traerá agua del río
Paraná. Un río que recibe agroquímicos y recibe efluentes de la navegación por
ser una hidrovía internacional. Federico Kopta, biólogo, presidente del Foro
Ambiental Córdoba, manifestó que “su agua podría no ser la más adecuada para el
consumo humano”.
¿Cuál sería otra forma de aumentar la disponibilidad de
agua para Córdoba capital que garantice cantidad y calidad de la misma a largo
plazo?
Ricardo Astini, geólogo, investigador superior del CONICET
y docente de la UNC, propone la sostenibilidad ambiental, como solución.
En otras palabras; gestionar bien las fuentes serranas.
La buena y verde es que un equipo de investigadores e investigadoras de CONICET-UNC, se hicieron una pregunta ¿Cuáles son los paisajes que mejor sostienen el agua de las sierras?
La hipótesis era que no todos los paisajes retienen el agua
de la misma manera. En algunos, la lluvia se evapora rápidamente; en otros,
escurre velozmente hacia abajo. Pero hay ambientes especiales donde la
vegetación y la roca forman un mosaico natural que logra el equilibrio
perfecto: almacenar agua y liberarla lentamente.
Para responder cuales son estos paisajes, analizaron en 33
cuencas de la zona alta de las sierras grandes, para ver qué características
del paisaje tenían más rendimiento hídrico. Es decir, que combinación de
piedras, vegetación, altura, clima etc tenía una mayor capacidad de llenar las
vertientes de agua que luego formará los afluentes de los ríos.
Durante la estación seca, fin del invierno, se eligieron
puntos de cierre en cada una de las 33 cuencas donde el lecho del arroyo fuera
de roca maciza.
Se instalaron instrumentos y midieron durante 7 semanas
caudales de agua, anexaron datos de clima, suelo y modelos
estadísticos para entender cómo diferentes aspectos del paisaje influyen en el
comportamiento hidrológico durante la estación seca en las cuencas estudiadas.
Para comparar las cuencas tuvieron en cuenta características como altitud, pendiente, proporción de lomas y valles, insolación en primavera y verano. También fueron consideradas variables de vegetación como proporción de pajonales, césped, rocas expuestas, cobertura por bosques de tabaquillos (o queñoa, arboles endémicos de Argentina que crecen por encima de los 1800 metros, y son muy valiosos. Sus raíces ayudan a recuperar el suelo y su corteza y hojas condensan el agua de la niebla y la hacen gota que cae al suelo, regulan el recurso hídrico en las sierras)
De la variedad de paisaje en las sierras grandes, los pajonales tupidos y altos pierden mucha agua por transpiración de las plantas, En el otro extremo, los paisajes solo rocosos, escurren rápidamente el agua, Lo ideal es una combinación de pajonal y roca. El equipo de investigadores identificó dos tipos de paisaje para las variables ambientales analizadas:
1. de pajonal fino y roca, que fue el que mejor
explica los altos rendimientos hídricos, ya que su mayor cobertura está
asociada con una mayor retención y disponibilidad de agua durante la estación
seca, favoreciendo servicios hídricos sostenibles.
2. de pajonal grueso y roca, en ambientes más suaves
y con baja rocosidad, también contribuye, aunque en menor medida
Es síntesis, para retener mas agua, que se infiltre
lentamente y forme vertientes que después serán arroyos, ríos y llegaran a
diques, lo mejor es parches de vegetación de pajonal fino y roca.
Conservar estos mosaicos es crucial para mantener la
calidad y cantidad de agua desde estos “tanques” de provisión y almacenamiento
que tenemos en las Sierras Grandes. Sobre todo, los paisajes con pajonal fino y
roca que demostraron ser los más eficientes, cuyas amenazas son la ganadería y
los incendios.
Es necesario implementar medidas de conservación y aplicar
estrategias que protejan estos paisajes intermedios que son verdaderos
“reservorios naturales” que sostienen ríos y arroyos, garantizando agua para la
biodiversidad y para las poblaciones humanas de Córdoba.
Un datito más y no menor: Este trabajo fue reconocido a
nivel nacional por la Asociación Argentina de Ecología,que le otorgó el Primer
Premio Ecología Austral 2025 por su originalidad, la solidez del trabajo de
campo y, sobre todo, la importancia social de los resultados: comprender cómo
cuidar los paisajes de montaña es clave para asegurar el agua de Córdoba.
Científicos que buscan mejorar la calidad de vida y son
argentinos, cordobeses.
Una vez más, Ciencia es desarrollo. Podes escucharlo en https://open.spotify.com/episode/6E8FTmEJSPSdJIbjB2fN3H?si=386c2eb6f85c44d1
