El cansancio de los buenos. Una problemática ambiental



Vecinos de una urbanización de Cooperativa Horizonte transformaron un basural a cielo abierto en una plantación de nativas, previa autorización y posesión de planos que mostraban el destino de ese lugar como espacio verde. Desde hace unos años se ven amenazados por una obra destructiva no formalizada de construcción de una laguna de retardo, por la que se organizaron y buscaron asesoramiento legal. La obra no cuenta con autorización municipal ni evaluación de impacto ambiental. Ninguneados por la Cooperativa de la cual son socios, engañados por respuestas de algunos funcionaros municipales y perplejos ante el accionar avasallante de la empresa contratista, hoy ven la destrucción inminente de lo que construyeron comunitariamente bajo los permisos legales correspondientes.

El Bosquecito Carrara es una plantación de árboles nativos realizada por vecinos en un terreno que fuera el antiguo obrador del barrio Carraras de Horizonte. Este barrio es una urbanización ubicada al sudoeste de la ciudad de Córdoba capital, sobre un terreno de la
Cooperativa Horizonte Ltda.
, con más de 2100 asociados habitando en la actualidad.

Hace más de 10 años, algunos vecinos decidieron recuperar este espacio con restos de la obra de construcción, basura y escombros para convertirlo en un espacio verde forestado colectivamente. Como socios de la cooperativa comunicaron estas intenciones de mejora para su barrio, consiguieron planos de este espacio que estaba libre de obras proyectadas. Autoridades de la cooperativa les aclararon que no se podían incluir en este lugar juegos para niños ni mesas con bancos para descanso porque no era un espacio destinado a plazoleta, sino a espacio verde público y que no estaban previstas obras en dicho lugar.

Hoy el Bosquecito Carrara es un espacio de “verde efectivo”, según la Ordenanza municipal 9962 que establece criterios para diseñar, conservar y manejar los espacios verdes públicos de manera armoniosa con el ambiente urbano. Esta normativa vigente, busca potenciar la creación y conservación de espacios verdes en barrios para mejorar la calidad de vida, promover la participación social y fortalecer la identidad local. Se asume que un municipio que valora el arbolado urbano y promueve su cuidado, la creación de bosques de bolsillo y corredores biológicos en la ciudad, gestiona para la mitigación del cambio climático.

Este bosquecito ya brinda servicios ecosistémicos de recreación y descanso, absorbe agua, mejora la calidad del aire, es hogar de aves y fauna autóctona. Al decir de sus vecinos es “un testimonio del trabajo comunitario sostenido por años que transformó un basural en un pequeño pulmón verde lleno de vida.”

En 2022 los vecinos enfrentaron la primera amenaza, una obra de construcción de una laguna de retardo entre Cañada de Gómez y calle 3, una excavación para almacenar temporalmente el agua de lluvia, regular el caudal de salida hacia las redes de desagüe y prevenir inundaciones en la ciudad.

Como socios la Cooperativa Horizonte enviaron notas a sus autoridades consultando por este cambio en la planificación que les compartieron cuando construyeron este espacio según los planos previstos. No obtuvieron respuesta aún. En una reunión con autoridades municipales les informaron que no contaban con la aprobación de la construcción de la laguna.

Con respecto a la evaluación de impacto ambiental (EIA), el Decreto 2430/01 reglamenta la Ordenanza 9847, que regula el Proceso de Evaluación de Impacto Ambiental aplicable en el ámbito de la ciudad de Córdoba y establece en su inciso 12 que las obras de lagunas de retención de aguas deberán someterse a EIA ante la Comisión del Ambiente. Esta evaluación no ha sido mostrada aún por los responsables de la obra.

“Estamos preocupados además por el impacto de esta obra cuando ocurran las lluvias, porque el agua va a llegar a nuestro barrio. No nos oponemos a la obra, si es para beneficio de todos, sólo buscamos una instancia de diálogo y colaboración. No destruyan lo que construimos con tanto esfuerzo”, expresan los vecinos.

“Ayúdanos a evitar que destruyan nuestro bosquecito”, es la petición que circula y que ya cuenta con mas de 4500 adhesiones.

Una vez más, los vecinos verán que su participación y aporte no cuenta a la hora de ejecutar obras, solo se los valora para aplaudirlas cuando se inauguran.


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