SACHAMAMA es una palabra quechua, que significa “madre selva”. Sachamama es el nombre de una ONG que trabaja para impulsar una economía de energía limpia y para cultivar estilos de vida sostenibles.
Esta organización Sachamama junto a otras organizaciones, elabora anualmente la lista de Los 100 Latinos para reconocer a las personas más influyentes en la defensa del medioambiente y la sostenibilidad. La intención es dar apoyo al activismo climático, la comunicación, los derechos ambientales, las políticas sostenibles, la ciencia que busca visibilizar soluciones reales frente al cambio climático.
En esta lista se publicó el pasado 24 de octubre, Día Internacional Contra el Cambio Climático e incluye a 4 argentinos:
1) Tais Gadea Lara muy conocida periodista climática, quien en 2024 trabajó en un proyecto global para ayudar a los medios de comunicación a mejorar la cobertura sobre el cambio climático.
2) Celeste Saulo Científica atmosférica doctorada en la Universidad de Buenos Aires. Es la primera mujer en dirigir la Organización Meteorológica Mundial (OMM), anteriormente dirigió el Servicio Meteorológico Nacional
3) Lucas Campodónico es un comunicador y defensor ambiental, fundador de Bioguia, una de las principales plataformas digitales de América Latina dedicadas a la sostenibilidad y la vida consciente.
4) Pedro Jaureguiberry es ecólogo doctorado en Biología, cordobés, investigador de la Universidad Nacional de Córdoba. Su trabajo analiza cómo responden los ecosistemas a las presiones humanas e identifica los principales motores de pérdida de biodiversidad a escala global. En 2019, contribuyó a definir las cinco causas clave del perdida de la biodiversidad a nivel planeta.
La Buena y Verde de hoy tiene que ver con un trabajo publicado en 2023 de Pedro Jaureguiberry junto a Sandra Diaz, bióloga de Bell Ville, que también estudió en la Universidad de Cordoba, reconocida mundialmente por su investigación sobre el impacto del cambio climático en la biodiversidad vegetal. Premio Nobel de la Paz en el 2007 junto con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.
En este trabajo, nos ayudan a entender cómo las plantas responden y adaptan sus estrategias frente al fuego, lo explican mediante un modelo tridimensional que combina aspectos corrientes en estos estudios: el rebrote (R)y la germinación después de un incendio (S); pero agregan un tercero la inflamabilidad de las plantas (F), que rara vez se ha considerado para definir respuestas al fuego en plantas.
Metodología: se propusieron comparar hierbas, arbustos y arboles dominantes en la región del Chaco argentino con vegetación de ecosistemas situados entre los 30° y 45° de latitud norte y sur, con clima tipo Mediterráneo como el de nuestro Chaco, con veranos calurosos y secos e inviernos suaves y algo húmedos.
Seleccionaron 24 especies del Chaco argentino (región del NE de nuestro país que abarca Santiago del Estero, Jujuy, Chaco, Formosa, norte de Santa Fe, este de Salta, el norte de Córdoba y este de Tucumán) y 33 especies representativas de ecosistemas de clima tipo mediterráneo (California, Australia, Sudáfrica)
Hicieron mediciones de:
1) R: capacidad de rebrote después del fuego
2) S (Seeding): respuesta de germinación a tratamientos de choque térmico post-incendio. Se mide sometiendo las semillas a tratamientos de calor a 70 °C durante 1 h, 100 °C durante 5 min y 120 °C durante 5 min, y comparando cuantas germinan en relación a un control (sin calor).
3) F: índice de inflamabilidad basado en variables como tasa de combustión, temperatura máxima y biomasa (que serian hojas, tallos, etc) consumida, estos aspectos de categorizan como baja, media, alta. Es decir, hay especies de tasa de combustión baja, que soportan una temperatura máxima alta y la biomasa consumida es baja, es decir se queman poco y soportan altas temperaturas.
Con estos datos de las especies analizadas construyeron un modelo tridimensional, que combina las 3 variables R, S y F, incorporando tanto la respuesta de las plantas a los regímenes de fuego como su capacidad para promoverlos. Tridimensional porque tiene 3 ejes que corresponden a las 3 variables Rebrote, germinación de semillas e inflamabilidad. Cada eje se divide en bajo, medio y alto de cada variable, con un total de 27 combinaciones posibles. Este modelo que permite visualizar los comportamientos de las especies en cada zona estudiada y comparar patrones de estrategias de respuesta de plantas ante el fuego a escala global.
Los investigadores demuestran que las estrategias de respuesta de las plantas frente al fuego se pueden categorizar en función de estos tres rasgos principales: su capacidad de rebrote, la posibilidad de sus semillas de germinar después de altas temperaturas y su inflamabilidad. Estas características combinadas definen "síndromes de fuego" que describen diferentes adaptaciones a incendios recurrentes. Las especies del Chaco y de los ECM difirieron en la proporción de especies con valores extremos de R, S y/o F, que representaron el 29 % de las especies en el Chaco frente al 45 % en los ECM. Es decir, el chaco argentino tiene menor proporción de especies con valores extremos de R S y F.
El modelo permite comparar la frecuencia de estos síndromes en diferentes regiones y ecosistemas, evidenciando que los ambientes con incendios frecuentes favorecen ciertos patrones de estrategia, como la alta inflamabilidad combinada con rebrote o siembra post-incendio, que aumentan la supervivencia y propagación de las especies.
¿De qué manera podrían estas estrategias funcionales ser utilizadas para mejorar la gestión y conservación de los ecosistemas ante incendios, considerando que hay diferencias regionales? Es decir es necesario ajustar las estrategias de manejo de zonas incendiadas a cada lugar, no traer estrategias de otras regiones con otras historias de fuego.
La investigación presentada tiene varias aplicaciones prácticas y teóricas como:
- Mejora en la gestión forestal y de incendios tanto prevención como post incendio
- La identificación de los patrones de resiliencia, inflamabilidad y regeneración permite anticipar cómo diferentes ecosistemas vegetales reaccionarán a incendios, facilitando estrategias en un contexto de cambio climático .
- Ayuda a la conservación de especies y ecosistemas: sobre todo aquellas especies que cumplen roles clave en la recuperación del ecosistema .
- Educación y sensibilización: La comprensión de cómo diferentes plantas responden al fuego puede ser utilizada para educar a comunidades locales, propietarios y responsables políticos sobre la importancia de las estrategias vegetales en la salud de los ecosistemas y en la prevención de incendios catastróficos .
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